Con la llegada del calor, nuestra piscina se convierte en un refugio diario. Un lugar para desconectar, compartir momentos y cuidar del cuerpo. Pero, ¿cuántas veces pensamos realmente en la calidad del agua que la llena?
El agua de la piscina está en contacto directo con nuestra piel, ojos y vías respiratorias. Según estudios de la Skin Health Alliance, el 80% de las afecciones cutáneas relacionadas con el baño en piscinas se deben a desequilibrios químicos del agua o a productos de baja calidad. Una piscina mal tratada puede provocar sequedad en la piel, irritaciones, picores o incluso alergias. Por eso, la elección de los productos químicos con los que mantenemos el agua no debería ser una decisión basada solo en el precio o la inercia.

Desde BWT apostamos por una visión consciente y responsable: el tratamiento del agua también forma parte de tu cuidado personal. Por eso desarrollamos soluciones químicas eficaces, pero también respetuosas:
- Reguladores de pH formulados para evitar irritaciones.
- Cloro y oxígeno activo de alta pureza para una desinfección efectiva y segura.
- Floculantes sin residuos agresivos, que mejoran la claridad sin comprometer la salud.
- Limpiadores para la línea de flotación que respetan tanto los materiales como la piel.
Todo ello bajo estrictos controles de calidad, cumpliendo normativa europea y apostando por un enfoque sostenible que minimiza el impacto ambiental.

Contenido del artículo
Al final, cuidamos del agua porque sabemos que el agua cuida de ti. En cada baño, en cada sorbo, en cada verano. En BWT, no se trata solo de mantener tu piscina impecable. Se trata de proteger lo que más importa.