La dosificación, en los sistemas de tratamiento de agua, es un proceso clave que implica la adición controlada de productos químicos mediante bombas dosificadoras. Su objetivo principal es modificar la composición química del agua y cambiar sus propiedades para garantizar su calidad.
Cuando se trata del suministro de agua para consumo humano, los productos más comúnmente dosificados son los oxidantes, como el hipoclorito sódico o cloro, que aseguran la desinfección del agua y eliminan microorganismos perjudiciales para la salud. También se utilizan filmantes o protectores, como la dosificación de polifosfatos, que inhiben incrustaciones o corrosión en las tuberías metálicas del agua sanitaria.
Tipos de dosificación:
- Dosificación a caudal constante: Ideal para aplicaciones con caudal uniforme, donde la bomba dosificadora funciona continuamente y permite ajustar el volumen porcentual del caudal dosificado.
- Dosificación proporcional al caudal: Adecuada para instalaciones con caudal variable, dosificando el producto según la señal recibida de un contador emisor de impulsos instalado en la tubería por donde circula el agua.
- Sistemas de medición y regulación de la dosificación: Necesarios cuando se requiere una mayor precisión o los métodos anteriores resultan insuficientes. Se controla la bomba dosificadora mediante un regulador electrónico, ajustando la dosificación según la lectura del parámetro seleccionado en el agua tratada.
pH y Cloro:
Para asegurar un rendimiento óptimo en la desinfección con cloro, es crucial ajustar el pH entre 6,8 y 7,2. Se recomienda combinar un sistema de dosificación de cloro con uno de regulación de pH. Con el pH ajustado, el tiempo de contacto mínimo del cloro con el agua para una desinfección efectiva es de 30 a 40 minutos. La concentración de cloro residual libre recomendada en aguas destinadas al consumo humano está entre 0,3 y 0,6 ppm. Optimiza la dosificación en el tratamiento de agua para garantizar agua potable segura y de calidad.